Las reglas futbolísticas iban contra el libre mercado, dictaminó la FIFA. Eran un corsé que impedían la competencia y la iniciativa privada. ¿Por qué la estrella del equipo, por ejemplo, no iba a poder subcontratar a otros dos jugadores para que realizaran su tarea? Las normas impedían que se jugara con más de once jugadores y esto era un freno al crecimiento futbolístico. Había que desregularizar el fútbol, argumentaron, y dejar que la mano invisible del mercado le metiera un gol al pasado.
2 comentarios:
Cien contra cien. Y valen las tortas. O mejor: que unos lleven una red y un tridente y otros...
¿no ocurre ya?
lo del neoliberalismo y lo del tridente
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