Dice el médico que tengo una enfermedad alemana que borra mi memoria, pero yo sé que se equivoca. La verdadera causa son las termitas, termitas hambrientas que van devorando mis recuerdos hasta que las estructuras mentales no puedan sostenerse más y se derrumben por completo.
3 comentarios:
Con ese barniz, quien lo diría.
gracias.
Me ha recordado al chiste aquel de... "hijo, ¿cómo se llama el alemán ese que me vuelve loco?"
Siempre le quedará la nariz. Como a Cyrano.
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