—No sé de qué escribir esta noche, hazme alguna sugerencia. Dime alguna historia que pueda contar.
—Podrías escribir de la falda azul.
—¿Qué falda azul?
—Ya sabes. La falda azul. La falda azul que tan bien le sentaba a la chica y que su novio le regalaría en un acto de amor de lo más práctico, pues estaba muy bien de precio.
—¿Y no pasa nada más en la historia? ¿No hay muertos?
—Alguno habrá si sigues sin entender lo que intento decirte.
2 comentarios:
Sutilísima, ella.
Muy grande. Me encantan tus microrrelatos
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