Uno se pregunta por qué hace esas cosas tan absurdas. Algún motivo habrá, pero a mí no se me ocurre ninguno. Y además de repente, sin meditarlo en absoluto. Por el gesto estético, quizá, pero gesto estético para quién. Para el público imaginario, que es otra forma de decir: para mí, lo hago para mí. El gesto estético de ser narcisista una vez más.
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