Así que el historiador ha de preguntarse por las causas y las intenciones a la hora de analizar el pasado. Esto es fácil decirlo, pero llevarlo a cabo en ciertos casos resulta algo más complicado. Por ejemplo, si a mí me diera por abordar mi vida, que es un barco que zozobra, las causas las tendría muy claras, pero las intenciones serían un misterio. Aparte de la intención de follar, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario