—Bolaño está vivo y vende libros junto al Retiro. Lo vi ayer.
—¿Seguro?
—Sí. De hecho, le escuché hablar con un cliente y tenía acento chileno. O argentino, vale, que no sé diferenciarlos.
—Eso quiero verlo. ¿Por qué no me llevas?
—Vale.
Más tarde:
—Ahí lo tienes.
—¿Ese? Pero si no se parece en nada a Bolaño.
—Ayer se parecía más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario