lunes, 27 de abril de 2009

Pandemias

—Dicen que la gente se está muriendo de gripe porcina.
—A ver si la coges tú, que eres un guarro.
—No, perdona, yo soy un caballero.
—Sí, un caballero. Un depravado, eso es lo que eres.
—Soy un caballero victoriano. La perversión va por dentro.
—Lo que tú digas.
—En cualquier caso, qué poco digna es la gripe porcina. La aviar era mejor; siempre podías decir que había venido el Espíritu Santo a traerte la enfermedad. Pero con esta gripe es inevitable hacer chistes a costa del enfermo. O del muerto, si llegara a pasar lo peor. Hablarían de tu mala higiene, o de tu peso, o de tus parafilias.
—Eso es lo que te preocupa, que hable de tus hábitos sexuales. Morirte es lo de menos.
—Lo peor de morirte es que no puedes defenderte de las habladurías. Que no sé si lo diría Wilde, pero le pega.
—Imbécil.

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