domingo, 7 de septiembre de 2008

Ana

Me tiene harta el tuerto del kiosco con tanto mirarme. Todas las mañanas es la misma historia. Yo sólo quiero comprar el periódico, nada más, pero noto que me come con los ojos. Bueno, con el ojo. Además me olisquea, lo hace ruidosamente, como un perro. Me da mucho asco. Y me dice «hola, Ana», como si fuéramos amigos o algo parecido.

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