domingo, 17 de febrero de 2008

Ventiladores y otras esvásticas

Era verano y se acababa el mundo. Me lo dijo ella cuando volvió a recoger sus cosas a media tarde, que es el momento que eligen muchos asesinos para cometer sus crímenes. Yo guardé silencio todo el rato y seguí viendo un estúpido concurso de la tele, sentado en el sofá. Pensé que era otro momento importante de mi vida que no me molestaría en recordar luego.

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