Estimados señores:
Señores curas, imames (o imanes o como sea), rabinos, etc, no se peleen por mi alma, inmortal o no. No intenten convencerme para que siga al dios adecuado, no traten de cambiar mis costumbres con moralismos baratos. Es mucho más sencillo que todo eso, señores: páguenme. Por una cantidad mensual rendiré culto a quien ustedes me digan y así, de esa forma, no perderemos el tiempo ni ustedes ni yo.
Como sé que no son ustedes comunistas, entiendo que no discutirán mi argumento, basado en la ley de la oferta y la demanda. Pueden pujar aquí.
Atentamente,
Special K.
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