martes, 17 de febrero de 2004

Consideraciones acerca del pecado

Ya está bien, es hora de cambiar y dejar de llevar pantalones al trabajo.

Aparte de eso, hay otros temas que requieren toda mi atención. Hoy he recordado que tengo 25 años, siempre tengo problemas con ese dato. En la facultad hay quien cree que soy un bedel o un profesor (por mi rostro adusto, supongo) y eso que yo me siento extremadamente juvenil y lleno de traumas adolescentes. En fin, lo cierto es que ya nunca seré Rimbaud ni niño cantor de Viena.

Por suerte aún puedo vivir de mi físico casi perfecto, aunque empiezo a notar ciertas grietas y arrugas en mi cara. Una es casi idéntica a la Falla de San Andrés.

Podría pasarme horas y horas hablando de mi decrepitud, pero supongo que tendrás cosas mejores que hacer (ya quisiera yo tenerlas, ya.)

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