domingo, 24 de agosto de 2025

Las obligaciones son enemigas de la literatura

Escribir es soñar, imaginar, inventar. Todo lo contrario del trabajo, que te obliga y exprime todo lo bueno que hay en ti a cambio de un salario para subsistir dentro de un sistema que constantemente te tiene al filo del colapso. Cómo escribir en estas condiciones. Kafka, lo conseguía, claro, y uno siempre vuelve al judío de Praga, puesto que es un reflejo de lo más autocomplaciente a pesar de sus orejas, pero él lo hacía quitándose horas de sueño en el hogar familiar. Yo hace cinco años que terminé mi última novela y no sé cuándo podré sentarme a escribir otra. Tampoco es que importe, supongo, aunque la literatura sea un poderoso placebo ante males como la desesperanza y la falta de autoestima.

No hay comentarios: