Los viernes sólo tengo una clase y vuelvo a casa antes de las once. Me gusta esa sensación de tranquilidad, saber que no me esperan en ningún sitio. La alegría de volver a ponerme el pijama y la bata y desayunar por segunda vez, pero ahora con calma. Prepararme un mollete con aceite y ajo y acompañarlo de un té verde. Esa paz, ese sosiego. Sin alumnos ruidosos que desprecian tus intentos de enseñarles cosas de provecho. Nada más que el silencio y yo, bien avenidos.
1 comentario:
Momentos así, para guardarlos ♥
Publicar un comentario