La incomodidad de no encajar en la vida. La obligación de simular, que nunca se te ha dado especialmente bien. Pero qué se te da bien. Te gustaría creer que la queja, pero lo tuyo es sólo afición, no maestría. Incluso para quejarse hay que saber y a ti la intuición te engaña siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario