Pensaba que convertirme en un ciudadano respetable me haría sentir diferente, pero en mi fuero interno sigo siendo el mismo de siempre. Terminar un máster con media de sobresaliente y trabajar de profesor de secundaria no han hecho desaparecer las dudas. ¿Qué sé yo de nada? Mi vida es un constante disimulo, una impostura en la que en contadas ocasiones se premia mi esfuerzo interpretativo mientras mantengo oculto mi verdadero yo plagado de miedos, inseguridades y traumas.
1 comentario:
Bueno, dicen que lo importante es ser feliz
Publicar un comentario