domingo, 5 de julio de 2020

Mundo editorial

Como parte de mis prácticas en la editorial tuve que leer una novela y redactar un informe de lectura con mis impresiones. Me pregunté si el pobre autor imaginaría que su obra estaría en las manos de un insignificante becario. Un trabajo de meses o años para que acabara siendo valorado por un pobre diablo en un par de tardes y sin cobrar. ¿Quién dijo que se había perdido el romanticismo en la literatura?

1 comentario:

Ikana dijo...

Buf, leer un libro así tiene que ser una pesadilla