Qué pocas cosas pasan en verano, el tiempo se mueve perezosamente como si se derritiera a causa del calor y las horas se deslizaran poco a poco hasta que por fin llega el fresco de la noche. Pero quién sale a la calle entonces, que está llena de desconocidos que pasean sin que sepáis ni ellos ni tú si cargan con una enfermedad potencialmente mortal. Sólo faltaría sumar esa fiebre aterradora al calor de estos días. Quizá sí sea mejor que el verano pase con lentitud sin que suceda nada de mención.
1 comentario:
Odio el verano...
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