Conviene tener a buen recaudo un plan B. Este plan ha de ser secreto, para que no parezca que lo fiamos todo a él. Sin embargo, apelaremos al plan B en el mismo instante en que el principal fracase y nos critiquen por esto (a pesar de que la culpa pertenecería al plan, como ya hemos establecido en los puntos anteriores). Estaba absolutamente todo previsto en el plan original, hasta su fracaso e inmediata sustitución por una alternativa todavía mejor.
1 comentario:
Bueno, aunque el primero salga de película, nunca está de más tener un plan en la manga
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