Oh, querida, años y años escribiéndote; tu vida ha estado salpicada de palabras escupidas por mí. Cualquiera diría que nuestra historia fue muy larga y más bien se parece a un zepelín: lo nuestro sería la pequeña góndola en la parte inferior y las palabras formarían la enorme superficie rígida llena de hidrógeno inflamable que nos elevaría.
1 comentario:
Palabras orgullosas, me imagino
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