domingo, 2 de septiembre de 2018

Sin esperas

Recuerdo que una chica del taller literario me preguntó cómo podía hacer para escribir una historia larga, pues siempre se le quedaban cortas. Yo le contesté que eso no podía forzarlo, que la historia tiene la longitud que ésta requiere, sin más, y que ya le saldría una larga de manera natural. Me miró, decepcionada con mi respuesta. Ella quería una solución inmediata a su problema, nada de tener paciencia. Tentado estuve de añadir que quizá eran esas prisas las que le impedían desarrollar una historia larga, pero preferí no molestar más.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Con lo de la "cosa larga" perdió Usted ahí una oportunidad de oro. Tchs.