Treinta y nueve años ya. Me acerco de manera inexorable a los cuarenta y sigo sin ser lo bastante buen escritor. No creo que vaya a serlo nunca. Me equivoqué de vocación, un error trágico con el que tendré que convivir el resto de mi vida (de la que cada vez queda menos).
3 comentarios:
Pues redactas con una corrección exquisita. No sacas dinero de ello; pero eso ya es otra cuestión....
Siempre puedes ser remero de la corte del faraon .
Repito: hay que tener un plan B. Aunque sea un plan b (con minúscula) (el de la mayúscula incluye una primitiva en solitario).
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