Una madre con cuatro hijos de corta edad que chillan y corretean. Les va entregando la merienda. Se me ocurre que salir de casa con niños es como ocuparte de la intendencia de un ejército. Un ejército formado por soldados alocados a los que además tienes que vigilar en todo momento porque pueden hacerse daño con facilidad o ser secuestrados por un enemigo invisible en esa guerra de guerrillas tan estresante que es la vida con niños.
1 comentario:
Y así las venticuatro horas... créame. Yo ya tengo dos (espero que LOS dos, y que no aparezca ninguno más por la puerta), y estamos casi desbordados, aunque uno de ellos todavía no se mueve de su sitio. Cuando corretee el segundo, será la muet-te.
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