La verdad es que, poco a poco, y sin darme cuenta, he logrado muchas de mis metas. Lo que ocurre es que mis metas eran bastante pobres y pasaban, sobre todo, por tener algún libro publicado. Más o menos me imaginaba mi vida así: en Málaga, con una economía precaria, sin ningún futuro, y algún ejemplar que otro con mi nombre en librerías que olvidan devolver a las editoriales lo que no se vende de ninguna manera.
2 comentarios:
Un dechado de ambición, vaya.
Si nos vemos algún día le pasaré un boleto de primitiva (por jugar, claro). No, yo no creo más que en causas y azares, pero lo mismo Usted cree en otras cosas y va y le toca y...
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