miércoles, 21 de diciembre de 2016

El racismo interior

Antes, seudocientíficos esclavistas defendían la inferioridad de los negros. Afirmaban que eran vagos, poco inteligentes y que había que obligarlos a trabajar. Algo parecido se defiende ahora, pero de manera más sutil, entre la clase privilegiada. Los trabajadores son vagos, dicen (curiosa contradicción). Poco inteligentes. Son pobres porque son inferiores a nosotros, sentencian. Tendría un pase que esto lo dijera alguien que desde la nada llegó a la cima, pero no, suele gozar de mayor popularidad entre gente que lo ha tenido todo desde la cuna. Mundo extraño. Y estúpido, terriblemente estúpido.

2 comentarios:

Pedro Terrero dijo...

Para incentivarnos nos hacen partícipes de su éxito con historias de superación e inspiración. Nos hacen tocar con los dedos su boato. Todo para mantener la ilusión de que nosotros también podemos obtener lo que ellos obtuvieron, convirtiendo un accidente estadístico en norma. Como si fuera lo más fácil de este mundo.

Microalgo dijo...

la gran diferencia (a favor de la ética de los esclavos traídos de África) es que lo nuestro es voluntario.