sábado, 3 de septiembre de 2016

Tinderstellar

El señor Selenio era viudo, pero esperaba poner remedio a esto. No resucitando a su mujer, que la magia negra le daba miedo, sino encontrando nueva pareja gracias a las aplicaciones para ligar con el móvil que la tecnología ponía a su disposición. Descargó la más prometedora y rellenó su perfil. ¿Quería encontrar pareja en su ciudad o la distancia no era un problema? Se decidió por la segunda opción, siempre había querido viajar y conocer otros lugares. Qué gran cantidad de mujeres solteras por el mundo, pensó. Fue seleccionando las que le gustaban con la esperanza de que ellas también lo encontraran atractivo a él. Al rato, le llegó una notificación: se había producido un flechazo con una usuaria. Intentando controlar la emoción, miró de quién se trataba. Era una chica muy guapa, sí, le había encantado el color exótico de su piel, así como el extraño paisaje en el que posaba. Vivía en Nebulón 7, según ponía abajo. ¿He estado yo en algún Nebulón?, se preguntó. ¿Sería alguna isla del Pacífico? Pero no había tiempo para pensar en esto, la chica le había mandado un mensaje: ¿Qué te parece si quedamos a medio camino, en Andrómeda? El señor Selenio se preguntó si se referiría al gimnasio de la esquina.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Se va a dejar un pico en billetes de OVNI.