—Ya está, tenemos la solución a los problemas del país. Es todo muy sencillo.
—Lo dudo mucho, pero cuénteme.
—Hemos desarrollado un efectivo método para identificar a las personas que tienen el síndrome del impostor.
—¿En qué consiste ese síndrome?
—En la incapacidad de aceptar el éxito. Son personas que están convencidas de ser un fraude y, por tanto, siempre se estarán esforzando para ser dignos. Serían los líderes perfectos, siempre insatisfechos y deseando mejorar.
—¿Será suficiente? ¿Y si alguien simula tener eso?
—También sabemos cómo detectar en todo momento el efecto Dunning-Kruner, que lleva a los ineptos a considerarse superiores. Vamos, lo que les sucede a nuestros actuales líderes.
1 comentario:
Es fascinante, ese síndrome. A mí me deja boquiabierto el nivel que tal síndrome puede alcanzar a ciertas personas que conozco (de primera mano, no de oídas). Fascinante, ya les digo.
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