La semana pasada murió Marianne, la que fuera compañera de Leonard Cohen en los sesenta tras conocerse en la isla griega de Hidra. ¿Cómo es posible que muera una musa? Recuerdo ahora el concierto en Lisboa de 2008, con el público coreando
So long, Marianne. Entonces estaba viva, pero para nosotros era ya un símbolo. Es extraña la vida, también la de las musas.
1 comentario:
Ni las musas son ya lo que eran.
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