Hace falta más personal en el destino, ¿cómo no le va a ir mal a la gente? Estamos aquí desbordados, cada empleado tiene que gestionar cientos de expedientes y, claro, no hay manera. Es normal que se traspapelen los destinos y alguien acabe muriendo cuando no debe o fracasando contra toda lógica. También hay quien recibe un triunfo que no merecía, pero estos afortunados no maldicen al destino, como es natural.
1 comentario:
Nadie lo va a notar, y así la cosa tiene mucho más swing.
Publicar un comentario