Al final se sabrá la verdad, dice el tipo que cree en alguna conspiración absurda. Y este mantra le permite sortear toda evidencia. No, esto no demuestra nada, forma parte de la conspiración, afirma, al final se sabrá la verdad. Pero ¿cuándo llega ese final? ¿Al final de su vida? En realidad, no. Morirá sin que se haya demostrado su loca teoría, pero no le importará: lo verán sus hijos. O sus nietos. Alguien, en el futuro. Porque al final se sabrá la verdad. ¿Para qué pensar nada más?
1 comentario:
Eso opino yo de las religiones, y así me va.
Publicar un comentario