—Buenas tardes, ¿conoce usted a Dios?
—¿Es usted?
—No, yo soy sólo soy su representante. Vengo a que se abone a él por un módico precio.
—¿De qué religión concreta estamos hablando?
—Eso es lo mejor de todo: le ofrezco varias alternativas, todas muy flexibles.
—Perdone, pero tengo entendido que las religiones son dogmáticas por naturaleza.
—Eso es, pero yo soy un sacerdote freelance y por eso puedo ofrecerle unos descuentos que las grandes religiones organizadas no.
—¿Eso es legal?
—Hombre, vivimos en una sociedad de libre mercado. ¿Cómo no va a ser legal trabajar de forma esporádica para pequeñas creencias que intentan hacerse un hueco?
2 comentarios:
¡Anda, mira !.
Llegaremos a eso, no lo dude.
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