—¿Le gustaría agregar algo a su historia?
—Una palabras, quizá. Unas palabras que me justificaran, que explicaran todo esto.
—Bien, adelante.
—No, no. Digo que me gustaría agregarlas, no que las tenga. Sólo expreso un deseo imposible, nada más. Haría falta alguien más hábil que pudiera decirlas por mí.
1 comentario:
Tch, ych. Parece mentira, siendo escritor. No, no le pedimos que sea orador. Escríbalas antes...
Publicar un comentario