Vivimos la vida que no queremos en el tiempo y lugar equivocados, tecleó. Pero ¿dónde podríamos ser felices? Quizá en la imaginación, pero no nos queda ya tanta. Tal vez la respuesta fueran unos recuerdos decorados con ficciones: como volver a habitar la vieja casa de tu infancia después de unas pequeñas reformas.
1 comentario:
Pues yo no me cambio, ahora mismo, por ningún espaciotiempo. Cae uno en Yemen, y mal rollito. Cae uno aquí mismo hace trescientos años, y lo mismo...
Publicar un comentario