sábado, 7 de febrero de 2015

El ritmo

Y por fin aprendes que nunca serás la persona que te gustaría ser. Nunca te vas a acercar a lo que quieres. Siempre te quedarás corto, siempre llegarás tarde, siempre lo lograrás cuando los demás ya hayan pasado a otra cosa.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Eso es el síndrome del saltador de altura. Pero bueno, por lo menos hay que intentar saltar altito, para no quedar mal con uno mismo.