jueves, 7 de agosto de 2014

Los valores inmutables

Nosotros creemos en estos valores inmutables, me dice la persona que tengo en la puerta. Por un momento pienso que me está hablando de Valores del Tesoro o algo así, pero no, resulta que me está hablando de religión. A estas alturas de la película, en el siglo XXI, en el año 2014. Yo actúo con incredulidad y miro de un lado a otro buscando alguna cámara escondida, pero parece ser que no se trata de una broma. ¿No quiere usted tener una relación más cercana con Dios?, insiste el hombre. No sé, respondo, dudoso, alargando las palabras. Dios nunca le abandonará, me dice el hombre, ya nunca estará solo. Pero es que no estoy solo, contesto yo. Ahora, tal vez, pero ¿y mañana?, responde él; con Dios estará acompañado las veinticuatro horas del día. ¿Y qué pasa con mi intimidad?, le pregunto. Con una gran sonrisa, me dice: No tenemos nada que esconderle a Dios: ¡Él ya lo sabe todo de nosotros! Entonces no puede tener una relación más íntima conmigo, le contesto, que se ha perdido todo el misterio: mejor será que nos busquemos otras parejas. Y cierro de un portazo.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Valores inmutables.

Ay, los valores inmutables.