La mayor parte de los mensajes de correo electrónico que envío quedan sin respuesta. Como si fueran al limbo, un lugar en el que impera el silencio. Este curioso fenómeno te hace pensar que no eres merecedor de una respuesta. Que quizá eres un mecanismo de
spam y por eso te ignoran. Pero tal vez significa otra cosa: que no hay nadie al otro lado. Puede que estés nadando en un océano de solipsismo y no exista ninguna costa a la que arribar.
1 comentario:
Vamos, vamos, no se nos ofusque, o va a llegar al pasmo.
Y el pasmo, jamás. "Antes la muerte que el pasmo", debería Usted decirse a sí mismo todos los días.
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