Yo, que conquistaré los arenales del tiempo. Algo así. Hablemos de la soledad del escritor de fondo, del dulce tormento de escribir una historia que, quizá, podría estar bien contada. La soledad del escritor del fondo, en la parte oscura del local, trasegando una bebida alcohólica tras otra, con la mirada perdida mientras piensa en vete a saber qué. La soledad del escritor sin fondos, que también, para qué vamos a negarlo.
4 comentarios:
Dicen que aún más al fondo, en rincones más oscuros de los que habita el escritor de fondo, siempre hay un lector escondido en las sombras.
Y es que, en el fondo, al escritor no le queda otra que escribir o morirse del asco o de la pena.
Esa me la apunto. La de la soledad del escritor sin fondos. Tengo yo una amiga a la que le va a hacer gracia...
Buen fragmento. Me he reído porque duele.
Un abrazo
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