miércoles, 17 de julio de 2013

El compromiso, pese a todo

Paseando por la calle, nos cruzamos con un hombre barbudo que grita a los transeúntes: fuck yourself forever. Una y otra vez, pero la gente reacciona con tranquilidad y hace como si no estuviera ahí. Una hora y media después, volvemos a pasar por esa calle y ahí sigue el hombre, pero ya no grita, sólo hace gestos a los viandantes. Hay que cuidar la voz.

1 comentario:

Microalgo dijo...

O le habrán cortado la lengua.