Nosotros creemos en el poder de la oración para perder peso. ¿Sabe usted quién no estaba gordo? Jesucristo. Y a él intentamos parecernos aquí con un estricto régimen de sufrimiento. Si nuestros pacientes sienten que esto es un calvario, es que estamos haciendo las cosas bien.
3 comentarios:
Hola Gabriel siempre te leo y tus escritos me encantan :P aqui te dejo mi direccion de blog talvez la podes ver :P http://www.kncherrie.blogspot.com/
Qué guay! Masoquismo dirigido!
Penitentiágite!!!
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