En el Carrefour, la cajera señala el libro que llevo bajo el brazo y me pregunta: ¿Ese libro es tuyo? Durante un momento idiota, estoy a punto de contestar: No, es de Stendhal.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Sr. Noguera, su identidad como escritor es tan espesa que pronto se volverá el único tema de su literatura, así que deje ya de perseguir mujeres mágicas, póngase delante del espejo y , por favor, escriba ya esa novela total sobre el escritor felizmente aplastado por el peso de su autoconciencia.
No hombre, un poco de humor nunca viene mal. la contra de la cajera también podía haber sido "pues saque algún billete de esos de la Unión Europea y yo se lo cambio por unas chapitas con la efigie de nuestro amado monarca".
O algo.
Y no lo sienta, Advenedizo, que aún está lejísimos del grado Troll.
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Sr. Noguera, su identidad como escritor es tan espesa que pronto se volverá el único tema de su literatura, así que deje ya de perseguir mujeres mágicas, póngase delante del espejo y , por favor, escriba ya esa novela total sobre el escritor felizmente aplastado por el peso de su autoconciencia.
"Pues dígale a Stendhal que venga y lo pague", sería la respuesta que bajaría de su pedestal a cualquier cajera, por guapa que fuera.
Menos mal que no le dijiste eso. De haber sido la cajera me habría rebotado.
Lo siento.
No hombre, un poco de humor nunca viene mal. la contra de la cajera también podía haber sido "pues saque algún billete de esos de la Unión Europea y yo se lo cambio por unas chapitas con la efigie de nuestro amado monarca".
O algo.
Y no lo sienta, Advenedizo, que aún está lejísimos del grado Troll.
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