miércoles, 11 de abril de 2012
Unos amigos
Me llegó una carta de la Federación de Amigos de Gabriel Noguera en la que, de modo ceremonioso, me invitaban a una de sus «habituales reuniones». ¿Quién es esta gente y por qué son amigos míos?, me pregunté. ¿Cuánto tiempo hace que se reúnen en mi nombre? ¿Será una estafa para sacarme el dinero que no tengo? Todas estas preguntas requerían respuestas, así que me presenté allí el jueves, como pedían en la carta. La sede estaba en el tercer piso, indicaba un letrero en el portal, y subí las escaleras pensando que eran muchas molestias para secuestrarme. Llamé al timbre y abrió un señor que me abrazó antes de que pudiera impedirlo y me hizo pasar a un salón lleno de desconocidos que enseguida se levantaron de sus asientos para estrecharme la mano y darme palmaditas en la espalda. Noguera, decían, por fin estás aquí, ¿cómo va la salud? ¿Te sigues peleando con la literatura? ¿Son ya siete menciones especiales? Un hombre se presentó como presidente de la federación, me entregó las llaves del local —para que entrara y saliera cuando me apeteciera— y me pidió que dijera unas palabras a los asistentes. Atónito como me encontraba, sólo acerté a decir que aquello tenía que ser un error, que yo no les conocía de nada y que, en definitiva, mis amigos eran otros. Nada de eso, respondió el presidente, esos son tus amigos oficiosos, mientras que nosotros somos los oficiales, que para algo estamos federados; tenemos toda la documentación en regla. Yo no supe qué responder a eso, pero en ese momento alguien me dio una cerveza al tiempo que me aseguraba: bebe tranquilo, amigo, todo esto lo subvenciona el Estado.
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4 comentarios:
Hum, todo esto huele a gafadepasta 100% proud. También es verdad que he tenido que mirar en G. quién cojones era Gabriel Noguera, pero como no tiene wiki estoy más o menos igual que al principio.
No, en la wiki no lo va a encontrar.
Pero hombre, por Dios. Está claro quienes SOMOS los oficiales. No tiene Usted más que mirar las gorras, las chapas y las camisetas.
Después saltará usted a los Amigos de Noguera en Facebook, quizás se den premios con su nombre al microrrelato más apasionante...
Pues no le quedan sorpresas que vivir, amigo :)
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