La nación ha estado siempre bien protegida por tierra, mar y aire, pero se había descuidado la ficción, que ha estado poco militarizada hasta que un decreto ha acabado por fin con esta situación de indefensión de la patria. Hace poco se condecoró a varios de nuestros soldados con medallas al valor creativo por sus excelentes obras —plenas de valores marciales, castrenses y patrióticos—, en las que se establece una férrea defensa del territorio nacional ficticio que ningún crítico literario enemigo podría desdeñar.
1 comentario:
¿Y a mí, que castrense me suena como a cortar gonadillas?
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