Estoy lleno de odio, lo que es un problema. En los noventa era todo más fácil, que estábamos llenos de desesperación adolescente, algo mucho más manejable y que además estaba de moda entonces. El instinto homicida, por el contrario, nunca ha estado bien visto (salvo, quizá, en los años treinta).
2 comentarios:
Pues entonces mi serenidad de los noventa es lo que era rara, según veo...
El odio no es ningún problema mientras vivas entre sumisos.
La serenidad es rara, sea la época que sea.
Publicar un comentario