Es noviembre y el cielo está gris y pixelado. O eso o me falla la vista, que también podría ser. Estoy aquí para decir que tuve un accidente. No hubo daños personales, pero sí materiales: perdí cosas escritas y por escribir. No recuerdo casi nada. Supongo que es mejor así. Soy un señor zen en las afueras del desierto. El desierto de tu amor, que suena a canción pop. Me gustaría decir que esto —perderlo todo— me ha enseñado a ser mejor persona, pero sería mentir. No he aprendido nada. Las lecciones vitales me las invento sobre la marcha, como siempre, pero yo también sé que son mentira.
3 comentarios:
Coñó. Se han esfumado los comentarios. Bueno: pondremos otros.
Un abrazo.
Sí, es una pena, no he conseguido pasarlos de un sistema al otro.
Me encanta cómo escribes. No me extraña que te roben los textos. Yo también lo haría, pero a mí seguro que me pillan.
Publicar un comentario