Yo ahora tendría que estar escribiendo algo, pero no se me ocurre nada. No estoy muy seguro de que la sinceridad sea un gesto estético, pero de todos modos lo digo. Quizá esto sea una crisis literaria, pero hay que disimular. Silba, me digo, que nadie nota una hemorragia interna salvo por lo blanco que se te queda el rostro. Blanco como este papel que me mira con ojos de dios del Antiguo Testamento.
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