—Anoche soñé contigo. Yo estaba en un bar sentado con dos amigos tuyos. Hablábamos de ti. Luego aparecías tú con unas amigas. Llevabas un vestido gris. Decías: «este es mi asiento», y te sentabas en mi regazo.
—Me encanto en tus sueños, ¿sabes?
«A mí también», piensa él.
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