—De tantas veces que te he amado, ésta es la verdadera. Está todo tan oscuro; no puedo ver nada, sólo tu rostro, tu rostro sobre todas las cosas. Tú eres la diosa Isis, eres la madre del mundo. Cerraré los ojos a todo lo demás, sólo quiero buscarte a ti por las noches.
—Le repito que soy el camarero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario