viernes, 6 de marzo de 2009

A los cuarenta

Me miro en el espejo al salir de la ducha y me maravillo de lo bien que estoy. Estoy en forma, se me marcan músculos que ni siquiera sabía que tenía. Buscaría a todas las chicas que me rechazaron en la adolescencia, aunque seguro que me dirían que ahora piensan en otras cosas. En hipotecas, por ejemplo. Da igual, buscaría entonces a sus hijas.

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