miércoles, 3 de diciembre de 2008

La última noche

Anoche llovía mucho y yo no estaba de humor para diluvios. Encendí la radio para sentirme acompañado o quizás para imaginar que era un ejecutivo que estaba reunido y que los locutores hablaban sólo para mí. Solipsismos radiofónicos. Me dijeron que España se rompía, lo habitual. Qué fea es España, que seguro que lo dijo alguien antes que yo. Busqué una emisora de canciones para suicidas, pero no encontré nada. Una voz dijo que Jesucristo era un extraterrestre, que no era una forma de vida basada en el carbono, sino quizás en el silicio, y si podía caminar sobre las aguas era porque llevaba en la sangre la gravedad de su planeta de origen. Jesús era de Krypton o algo así. La teología a lo von Däniken es más divertida que la tradicional, pero aun así sigue siendo un auténtico coñazo. Apagué la radio y escuché la lluvia hasta que finalmente me dormí, ya de madrugada.

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