lunes, 13 de octubre de 2008

Cinéma vérité

Estoy de proyeccionista en el festival de cine de Benalmádena. Toda la tarde viendo películas, que me suena que lo decían en una canción de Los Planetas o algo así. El que pone las películas de 35 mm es un señor mayor que me cuenta historias de la trastienda cinematográfica. Que antes las películas ardían con facilidad, que lo comprobó empíricamente haciendo una bomba con celuloide y una lata de Coca Cola. Que esto que estamos cargando pesa tanto porque son cinco mil metros de película. Yo por un momento pienso en Cinema Paradiso y me preparo para que me dé valiosas lecciones vitales, pero la verdad es que ya no tengo edad para aprender a vivir y a él sólo le apetece jubilarse. La de horas que he pasado encerrado en una cabina de proyección, me dice. Y no suena música de Ennio Morricone.

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