"Te he estado buscando toda mi vida", repite ella antes de quedarse dormida en el sofá. Es una tarde de primavera y los rayos de sol que entran por los amplios ventanales llenan de calidez la estancia. Todo es perfecto, salvo por la ausencia de realidad. Pero no protesto y salgo en silencio de la habitación, para que no se despierte.
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